La colección de platos más bonitos (y hechos en Portugal) que vas a querer tener en tu mesa

La colección de platos más bonitos (y hechos en Portugal) que vas a querer tener en tu mesa

 

No conocemos ningún buen anfitrión que no tenga gusto por el arte de vestir la mesa. Mucho menos ahora que el tablesetting está de moda y que, por suerte, son muchas las vajillas bonitas que sirven de inspiración. En Portugal, que presume con orgullo de amor por la loza desde hace siglos, hemos localizado una que consigue atraer todas las miradas: una colección de diseño sencillo pero repleta de detalles y vivos colores, de la que es muy fácil enamorarse.

Se trata de la colección Tavira, una vajilla que, como la bellísima localidad de la que toma prestado su nombre y situada en la costa del Algarve, es cálida y acogedora, como la vida tranquila del Mediterráneo (a pesar de estar bañada por el océano Atlántico). Y sobre todo versátil: tan pronto te viste una mesa de celebración en un día especial, como que te alegra una comida de lunes sin salir de casa. 

La delicada combinación entre sofisticación y sencillez son clave de su éxito: por un lado, su diseño, repleto de detalles de artesanía marcadamente portugués (que irremediablemente recuerda a la tradición de los azulejos con los que se visten las fachadas en Portugal). Son piezas de acabado irregular, tanto en forma como en color; por eso es difícil encontrar dos platos iguales incluso dentro de la misma colección. Y por el otro, su gama cromática, con unos esmaltados tan llamativos como bonitos. Algo así como la antítesis de una vajilla blanca, pero tremendamente compatible con ella. 

Azul turquesa, rosa salmón, amarillo mostaza y azul marino son sus colores estrella. Aunque la colección se completa con otros colores igualmente bellos: desde el naranja al lila, pasando por el negro o el blanco crema. En cuestión de piezas, la colección cuenta con las básicas que cualquiera podría esperar (platos de postre, soperos y platos llanos grandes) a otras más especiales: platos hondos sin ala voladizo especiales para comer pasta, o tazas para el desayuno que son pura fantasía para los baristas y amantes del ‘latte art’. Por eso nos extraña que ya haya conquistado cafés, bares y restaurantes de la capital. Y ahora esté a punto de entrar en tu casa.

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